
LOGOPEDIA Y EM
En las personas con Esclerosis Múltiple, pueden verse afectadas habilidades como el habla, la voz o la deglución. La intervención logopédica resulta clave para prevenir complicaciones y mantener la capacidad comunicativa. Mediante terapias adaptadas, la logopedia contribuye a mejorar la calidad de vida y a reforzar la autonomía en el día a día.
OBJETIVOS
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Mejorar y mantener la capacidad comunicativa, trabajando aspectos como la articulación, la fluidez y la voz.
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Prevenir y tratar alteraciones de la deglución (disfagia), evitando posibles complicaciones como atragantamientos o infecciones respiratorias.
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Favorecer la comprensión y expresión del lenguaje, en casos donde existan dificultades cognitivas asociadas.
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Reforzar la musculatura orofacial, para conservar el tono, la movilidad y la coordinación necesarios para hablar y comer.
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Aumentar la autonomía y la seguridad en la comunicación diaria.
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Mejorar la calidad de vida, proporcionando estrategias adaptadas a las necesidades individuales de cada persona.
- Reducir el impacto de la comunicación: la logopedia ayuda a mejorar estas habilidades, fomentando una comunicación efectiva y reforzando la autoestima.
- Favorecer la expresión emocional, permitiendo a los pacientes comunicarse mejor con su entorno y expresar sus sentimientos.
- Obtener beneficios cognitivos mejorando la memoria verbal y la atención.

Los destinatarios de estas sesiones son todos los socios y socias de ADEMVEBA que, a causa de la EM u otras enfermedades neurológicas, presenten dificultades en la comunicación, como disartria, disfagia, fatiga vocal o alteraciones en la cognición lingüística. Siempre que sea posible, la actividad estará también abierta a personas con otras enfermedades neurológicas que requieran este tipo de intervención.
Se llevan a cabo sesiones periódicas de seguimiento y evaluación con el objetivo de valorar la evolución de cada paciente, detectar posibles cambios en su estado y ajustar el plan de intervención de forma individualizada. Estas sesiones permitirán mantener una atención continua, garantizar la eficacia del tratamiento y reforzar los logros alcanzados a lo largo del proceso terapéutico.
Las intervenciones se adaptan a las capacidades de cada persona, con un enfoque integral y funcional, que tiene en cuenta tanto el entorno familiar como social, para favorecer una mayor autonomía en la vida diaria.